Los cristales, como los cuarzos, poseen y almacenan energía. Esta energía en forma de vibraciones puede ser utilizada para devolver a las personas, los animales, las plantas e incluso los lugares su armonía.
Una vibración discordante puede ser causada por un trastorno, un trauma, una herida, pensamietnos o sentimientos negativos. Los cristales pueden actuar como catalizadores para el cambio, especialmente el de consciencia.
Son grandes aliados de la meditación y la visualización, ya que ayudan a calmar y concentrar la mente. En la actualidad son muy utilizados como complemento de diversas terapias, entre ellas el Reiki. Una armonización de los centros energéticos, combinando Reiki con cristales da como resultado un realineado energético muy potente en quien lo recibe.
Los centros energéticos o chakras están asociados a diferentes colores, cada uno de los colores tiene sus propiedades que los cristales potencian debido a su estructura química y a su vibración.
Los cristales magnifican el trabajo realizado con Reiki, logrando resutados sorprendentes en menos tiempo.
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