martes, 10 de enero de 2012



¿Todavía estás comprando el personaje? Ese que interpretamos desde que nacemos en diferentes roles: hijos, hermanos, novios, esposos, padres, etc. Esa cadena de nacer, crecer, reproducirse y morir.



¿Es tan sólo eso la vida? Pues no. Somos mucho más que eso y venimos a esta tierra a cumplir una misión distinta, la del aprendizaje. Nuestro ser divino, ese alma que nos habita, viajera incansable de cuerpo en cuerpo, de vida en vida, de circunstancia en circunstancia es quienes realmente somos.



¿Nunca tuviste por un instante una sensación de irrealidad? como si todo ocurriera a tu alrededor pero vos solo lo observaras?



Buscá tu esencia, buscate a vos mismo/a, no tenés que ir lejos, ni mirar hacia afuera, ni buscar gurúes. Por el contrario, tenés que mirar hacia adentro, en tu corazón encontrarás todo aquello que necesitás.



Dentro tuyo está tu partícula divina, que es puro amor. Cuando lográs conectarte con ella es sólo desde el amor que comenzarás a comunicarte con el mundo.



Toda la belleza divina que habita en él debe aflorar, y cuando eso ocurra descubrirás que estás hecho de Felicidad.



En el silencio hallarás todo lo sublime que te habita.