Qué maravillosa es el alma humana! Tan presente y tan eterna. Manifiesta su eternidad en aquellos instantes en que una melodía nos traspasa el corazón, en los flasheantes "deja vu", cuando emerge algo de la historia registrada en sus archivos akáshicos.
Cuando nos deleitamos con el sonido de una sinfonía, o nos emociona una sonrisa, o los rayos del sol acarician las flores o los árboles. Cuando nos sentimos tan infinitamente pequeños frente al mar. o cuando las estrellas brillan regalándonos luces muy antiguas.
El alma, esa parte divina que nos habita, llena de exquisitas memorias de amores lejanos y de inagotables esperanzas futuras. Ese hilo conductor que nos une a unos con otros.
Nunca la pierdas de vista porque es quien eres, y búscala en las otras personas.¿Dónde? En la mirada, claro. A través de los ojos llegarás a ese lugar único donde habita el Ser.
Y es allí donde comienza el camino.
Liliana
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