
Si nos hallamos ante una gran presión emocional, lo mejor es no hacer nada. Espera un poco. El momento más adecuado para hablar o tomar decisiones es cuando uno se encuentra tranquilo.
Debemos tratar de descubrir el aspecto positivo de todas las circunstancias por negativas que parezcan.
Aprender a controlar nuestra mente para manejar las situaciones que se nos presentan pero además extraer alegía y paz de las mismas vicisitudes. Para lograrlo es necesario reconocer las emociones negativas en el momento mismo de su nacimiento. Una fuerte energía positiva puede poner fin a cualquier situación por más enojosa o negativa que ésta sea.
Hacerse invencible ante los obstáculos (enemigos, enfermedades, fuerzas dañinas)como resultado del aprendizaje espiritual no significa que vamos a apartarlos o que no van a volver a presentarse. Significa que esos obstáculos no se interponddrán como tales en la búsqueda del camino de la felicidad y la iluminación.
Podemos hacernos amigos de nuestros problemas. Recordemos aquello de "a lo que resistes, persiste".
Es posible que necesitemos relajarnos y dejar de aferrarnos al Yo, cuidar más de nosotros mismos y de nuestras verdaderas necesidades, o modificar algún aspecto de nuestro comportamiento.
Debemos tener presente que una idea o una inspiración positiva se convierte en alimento para la mente como la comida sana para el cuerpo.
Cuando valoramos los aspectos positivos de una situación nuestra mente se fortalece.Cuando aprendemos a reírnos de nosotros mismos y de los problemas nos liberamos. Cuando aprendemos a disfrutar y a no ver los problemas como algo negativo, nos volvemos más positivos respecto a todo. Pensar positivamente es un hábito maravilloso que debemos desarrollar, porque proporciona bienestar y felicidad a nuestra vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario