jueves, 28 de abril de 2011

LA CABEZA EN EL CIELO PERO LOS PIES EN LA TIERRA



Somos seres de luz. Eso lo escuchamos permanentemente y es importante tomar consciencia de ello.

Pero estamos transitando una experiencia humana, estamos en la tierra, aquí y ahora, y no debemos tampoco perder esa noción.

Cuando se transita el mundo espiritual es muy común caer en ese error de una espiritualidad a ultranza, olvidando muchas veces que estamos aquí para algo, y que nuestra alma necesita atravesar este apredizaje para su evolución.

Los grandes maestros, como Jesús o Buda, no permanecieron debajo de un árbol meditando, salieron al mundo, a enseñar, a mostrar el camino, a llevar claridad a quienes aún no la tenían. Buda nos enseñó que era simplemente un hombre, y así como él había podido iluminarse, todos podemos. A Jesús se le reprochó el juntarse con recaudadores y prostitutas, y él respondió que son los enfermos quienes necesitan al médico. Porque, si somos únicamente espirituales en esta tierra, si creemos que somos superiores por haber logrado una comprensión sublime y desde ese lugar miramos hacia abajo con un cierto desdén, ¿estamos siendo verdaderamente espirituales?



A veces el mundo espiritual desprende un tufillo que se torna denso y que ahoga al más mentado nadador, cuando pasamos todo solamente por ese tamiz y nos olvidamos que somos todos Uno y el aprendizaje nos toca a por igual, que en realidad más que maestros hay alumnos avanzados, nada más. El único y mejor maestro, gurú, o como guste en llamarse, está dentro de cada uno. Y si bien es cierto que en un comienzo se necesita una guía, siempre la mejor es la interna, la voz del propio sabio interior.



Por eso, la cabeza en el Cielo pero los pies en la Tierra!, a bajar de la falsa nube y dar servicio, que ahí seguramente estaremos cumpliendo más justamente con la misión que nos tocó.

martes, 5 de abril de 2011

PRÁCTICA

La sintonización es simplemente el primer paso para cambiar la vida de un alumno, no obstante, mucho más importante que eso es la práctica. Cuanto más trabaje el alumno sobre sí mismo, más limpios tendrá los meridianos y más calma y sana será su vida. En un curso se les enseña a los alumnos de Reiki un sistema que les permitirá sentirse confiados para poner en práctica las posiciones de las manos y las técnicas, cuando estén solos o en sus casas. Un seminario resulta estimulante, pero lo realmente enriquecedor es la experiencia personal. Por esta razón es fundamental que el curso contemple cierta cantidad de tiempo para el trabajo experimental, esto le ampliará la experiencia inmediatamente y lo ayudará a construir la confianza en sí mismo. A menudo, se habla del proceso de limpieza cuando se aprende Reiki, pero esto se inicia al trabajar con él. Si bien hay verdad en ello, será la vida misma la que efectuará el gran proceso de limpieza. Los seres humanos están continuamente trabajando en distintas cosas, ya sea una diminuta revelación sobre un determinado problema o un cambio masivo que desorganiza toda la vida. Estas son limpiezas en lo que se saca lo viejo y se da cabida a lo nuevo, y Reiki, decididamente, ayuda en este proceso. El hecho de trabajar con Reiki aumenta el efecto del proceso de limpieza , y a menudo, los alumnos tienen resultados casi de inmediato, es decir. ¡la vida se les desorganiza! uno o dos días después de su práctica. La práctica de Reiki, de hecho, implica el empleo de las posiciones de las manos, en uno mismo y en los demás, la comprensión y la integración de los cinco preceptos, el uso de mantras y símbolos, y el trabajo con las técnicas.

viernes, 1 de abril de 2011

ENERGÍA CONTAMINADA

ENERGÍA CONTAMINADA La contaminación de la energía se debe a la absorción de la energía contaminada de otras personas o lugares a través de nuestros cuerpos energéticos. El aura y los chakras se comunican entre sí. A veces, la energía de otra persona queda pegada a tu aura, esta energía puede producir un sentimiento de impureza. Hay lugares donde se acumula gran cantidad de energía muerta y con carga negativa. Generalmente es energía que proviene de personas negativas, pesimistas, que ya no creen en el futuro. Como consecuencia, puedes absorber la energía impura de otras personas con tu aura, a través de tus chakras. Cada persona sostiene siglos de conflictos emocionales en su cuerpo. Los órganos reciben la energía de los sentimientos, entonces, si has tenido mucho miedo en una vida anterior y aún no lo has elaborado, esa energía seguirá pegada en los órganos correspondientes, que son los riñones. En el caso de la ira, esta energía estará aún en el hígado. Cuando logramos enfrentar y liberar la emoción que tenemos anclada en nuestro cuerpo, ésta desaparece del órgano correspondiente. La contaminación energética nos afectará principalmente en aquellas zonas en las que estemos más debilitados. PÉRDIDA DE LA ENERGÍA: El cuerpo energético consta de energía vital. Si te sientes súbitamente cansado/a, es probable que alguien te esté quitando esta energía. Cuando dos personas se encuentran, asimismo se encuentran su cuerpo, su espíritu y su alma. Los chakras y el aura están presentes en el centro de ese encuentro. Las auras se funden, pero si son fuertes, al separarse vuelven a tomar sus formas originales, pero si están debilitadas, una parte del aura de la persona queda en el aura de la otra, con la consiguiente pérdida de energía. Hay personas que regalan o entregan su energía voluntariamente, por amor, por motivos religiosos, diferentes circunstancias las llevan a dar su propia energía vital. Por otra parte, existen aquellos llamados "vampiros energéticos", personas que roban la energía de otras, a veces de manera consciente, otras, y por lo general ocurre así, de forma involuntaria. Este es el caso habitual de los ancianos, que buscan tomar la energía vital de las personas que los rodean, al tener la propia escasa o debilitada. Es muy común y habitual que sintamos que quedamos "cargados" luego de haber permanecido por mucho tiempo en un lugar donde percibíamos una energía densa, o después de hablar con alguien que nos extrajo en el transcurso de la charla nuestra energía. Es por ello que es de suma importancia tratar de mantener tanto nuestro aura como los lugares que habitamos limpios de estas energías nocivas y contaminadas, ya que lo que se instala primero en el aura pasa luego al cuerpo físico, dando origen a la enfermedad en la zona u órgano que tengamos más desprotegido.
Reiki JIN KEI DO: La sabiduría de la Compasión
La palabra Reiki está integrada por dos ideogramas, Rei que significa Energía o Consciencia Universal, y Ki que se refiere a la energía personal que es la que sostiene nuestra vida. Reiki se basa en la transmisión de energía a través de las manos, y fue el legado que Mikao Usui entregó a la humanidad, una forma simple de recuperar la salud y el equilibrio interior. Sin embargo, en sus orígenes, Reiki era mucho más que un método para aplicar sobre otras personas, como lo entendía Usui Sensei era un camino (Do) de evolución personal y espiritual. En su búsqueda, Usui Sensei recorrió India, China y Japón, país del que era originario, estudiando las antiguas escrituras budistas, conviviendo con los monjes y aprendiendo de esa forma diversas meditaciones y prácticas de sanación. La culminación de esta búsqueda ocurrió luego de veintiún días de ayuno y meditación en el Monte Kurama, cuando tuvo un Satori (palabra japonesa para Iluminación) y le fue otorgada la capacidad de sanar. Estos conocimientos los transmitió luego a sus alumnos, uno de los cuales fue Chujiro Hayashi, oficial de la armada japonesa quien a su vez los trasladó a un monje recluso, el Venerable Takeuchi. Este monje realizaba curaciones a la gente de la aldea que se acercaba al monasterio en busca de ayuda. Un joven monje que era su discípulo, Seiji Takamori, pidió al Ven.Takeuchi que lo entrenara en Reiki, y de esta forma Seiji inicia su práctica, que lo llevaría una vez concluida su instrucción, al igual que había sucedido con Usui Sensei, a viajar movido por la intención de descubrir el origen de las meditaciones y técnicas, guiado por la intuición de que había algo más que aún desconocía, con un auténtico espíritu explorador. Luego, Seiji Takamori comenzaría otro viaje, el de su tarea enseñando todo lo aprendido, así llega en 1970 a Estados Unidos donde conoce a la Sra.Takata, a quien se le debe la entrada de Reiki en Occidente, y años más tarde, en 1990 conoce al Dr. Ranga Premaratna, quien recibe instrucción de manera directa de Takamori, y quien denominaría a este estilo como JIN KEI DO (Usui Shin Kai, el corazón de las enseñanzas de Usui). JIN: Compasión; KEI: Sabiduría; DO: Camino. Podemos decir que Jin Kei Do es la práctica de Reiki con compasión y sabiduría. Al estar constituido en gran parte por meditaciones que ayudan a comprender la verdadera naturaleza del ser, como así también al desarrollo de la compasión hacia uno mismo y hacia los demás seres, Jin Kei Do ofrece una profunda sanación emocional. Si bien mantiene la simplicidad caracteristica de Reiki, su práctica va mucho más allá, abriendo nuestra mente a la comprensión de su verdadera naturaleza. Para entender cómo funciona lo primero es saber que la energía circula por nuestro cuerpo a través de numerosos centros o vórtices que la irradian desde el cuerpo físico hacia afuera. Estos centros se denominan Chakras, palabra que en sánscrito significa "rueda". Hay además otros puntos de energía denominados Nadis (la palabra nadi significa "río" en sánscrito) y Marmas. Las sintonizaciones de Reiki y la práctica de técnicas meditativas nos vuelven conscientes del fluir de la energía sutil o Ki por estos puntos, y es justamente este fluir libremente el que juega un papel importante en la salud. La práctica de Jin Kei Do descorre el velo de la ignorancia y nos hace tomar consciencia de la verdadera naturaleza del ser, observando nuestras emociones para cortarlas en el momento de su nacimiento, y tornando nuestra mente cada vez más pacífica. La comprensión de la realidad como seres interconectados nos lleva a experimentar la infinita compasión, inundando nuestro corazón de amor incondicional por todos los seres y por nosotros mismos. En Reiki JIN KEI DO el trabajo del practicante es notoriamente diferente al del sistema tradicional. Cada área se trabaja en pasos sucesivos: primero se ejerce una leve presión en la zona a tratar, esto es en los puntos denominados nadis y marmas, luego se realizan movimientos de masaje sobre el aura, y de expansión y contracción llevando la energía al lugar, y finalmente se termina aplicando reiki en la zona. Es un proceso dinámico, casi una danza de las manos, que mantiene a quien lo está realizando en estado meditativo durante toda la sesión y sumerge a quien lo recibe en una profunda sensación de paz, relajación y bienestar. Por estar extraído de prácticas realizadas por monjes de India, Tíbet y Nepal, Jin Kei Do pone mucho énfasis en las meditaciones, y su aprendizaje incluye la Vipassana y la Metta Bhavana entre otras, como así también técnicas para chequear nuestra mente atenta al surgimiento de emociones negativas como la ira, y ejercicios con respiraciones purificadoras y fortalecedoras que nos vuelven más perceptivos del recorrido del Ki y nos cargan de energía. Reiki Jin Kei Do inicia en la persona una sanación emocional que lo conecta nuevamente con su esencia. Es "volver a ser uno mismo". Es rescatarse de las sombras tras las cuales la vida nos va dejando olvidados, recuperando la felicidad de estar vivos y la plenitud. Liliana Balaguer.